martes, 30 de octubre de 2012

Eternamente

A veces por la noche siento una profunda soledad, como cuando miras a tu alrededor en una calle abarrotada y sientes que no hay nadie, absolutamente nadie importante ahí fuera. Pues esta sensación es la misma, pero en casa, estando realmente sola.
Y es en esos momentos en que siento como los músculos de mi nuca se tensan y se me ponen los pelos de punta. Dejo de sentirme sola y siento... compañía. A veces, si me concentro mucho puedo llegar a sentir una cálida respiración que me susurra en el oído.
Me asusto, pero a la vez ansío cada noche que llegue a visitarme. Porque le echo de menos cuando no está. Porque durante el día pienso en cómo será cuando él logre alcanzarme. O cuando yo lo alcance.
Si me acerco a un espejo cuando estoy concentrada lo veo, está justo detrás de mí. Esperando, como siempre me prometió.
No puedo esperar más. Quiero ir junto a él.
Nota mis prisas, mi desesperación. Y el espejo se rompe. Sé qué es lo que tengo que hacer.
Será rápido, aunque no elegante. No todo puede ser como siempre soñé, pero no importan las maneras. Lo importante es que estaré con él.
Un movimiento rápido, fluído, y los cristales se llenaron de pétalos rojos. Y yo me levanto y alcanzó al que siempre fue el hombre de mis sueños.
Ahora podremos deambular eternamente. Juntos.

sábado, 10 de marzo de 2012

El rompeolas

Esa tarde tú fuiste con dos amigas a dar una vuelta por el pueblo, era un día de sol pero no os apetecía ir a la playa, demasiada gente fue vuestra excusa. A los pocos minutos de acomodaros en una roca del rompeolas llegaron una pandilla de chavales, serían unos 15, había chicos y chicas, entre los 16 y los 20 tacos, tenían pinta de gamberros, pasaron de vosotras, se acomodaron y empezaron a armar jaleo, y vosotras que habíais ido allí para relajaros!!!de repente algo en el jaleo cambió, un par de tíos empezaron a silbar y se acercaron a vosotras, sin cruzar una palabra os pusisteis de pie al instante, decididas a marcharos sin armar bronca; uno de ellos se puso delante de ti para impedir que te fueras, hiciste el amago de apartarte pero él no se movió, empezaste a asustarte, algunos dirían que sin razón pero a ti te daban mala espina todos ellos, y ese más: alto, moreno, ojos claros…muy mala espina! De repente te habló:

-esto…hola! mi amigo y yo acabamos de perder un juego y como prueba tenemos que invitaros a algo, por eso…salís esta noche?

Estabas sorprendida, realmente nunca creíste que alguien pudiera ser tan tonto y con tan poca imaginación, pero resulta que si los hay.

-salir salimos, pero a poder ser lejos de vosotros.

-tus amigas se empezaron a romper y disteis media vuelta para pirar, una de las rocas debía estar mojada porque resbalaste, pero alguien te agarró en el último momento, unos instantes después seguías ruborizada, y cabizbaja, susurraste “gracias”, él te miró de una forma extraña y te sonrió, después de eso no supiste que hacer así que miraste a tus amigas para que te echaran una mano…y ellas decidieron cogerte por un brazo cada una y salir de allí por patas, muy agradecidas pero sin mirar atrás; algunos dirían de ti que eres una maleducada, incluidas las chicas del grupo, pero en ese momento no estabas capacitada para pensar, ver a ese chico tan de cerca y con esa sonrisa en la cara….dijeran lo que dijeran tus amigas la sonrisa era extraña…

Esa noche salisteis, en plan tranqui porque estabais casi de reenganche, pero habíais decidido pasaros por unos pubs como casi todas las noches ese verano, y aunque no les dijiste nada a ellas tú esperabas encontrarte con el chico que te había…salvado, y por supuesto lo viste, bueno, en realidad su amigo os vio a las tres chicas, y se acercaron a saludaros. Se ve que son insistentes, pero esta vez estabas preparada, te acercaste y le diste dos besos, le agradeciste que te ayudara esa tarde y te presentaste y de paso a tus dos amigas, ellos parecían sorprendidos y también alagados…si es que hay quien no tiene remedio…Carlos, ese era su nombre. Resultó que el chico tenía un año más que tú, y su amigo también, os tirasteis toda la noche los cinco hablando y haciendo el tonto, y aunque si te lo hubieran dicho unas horas antes no lo habrías creído eran unos chavales muy divertidos y su pandilla también…pero tú seguías pensando que ese chico tenía algo raro.

Esa noche, casi al amanecer os despedisteis con un par de besos, un hasta pronto y las tres os fuisteis sin mirar atrás, dejándolos donde estaban con ganas de más; lo que ellos no sabían era que vosotras estabais igual… Un par de días después te lo encontraste cuando ibas a comprar unos CDS, ya era casualidad que os encontrarais en esa tienda…pero así son las cosas, visto de otra forma, de día, parecía menos raro, menos amenazante, pero también mucho más guapo, y por fin encontraste lo que tan extraño te parecía, era el hoyuelo, al sonreír le salía un hoyuelo en la mejilla izquierda… y siempre estaba sonriendo!!Durante toda la tarde estuvisteis por ahí dando una vuelta y hablando, cuanto mas hablabais mejor te caía, y él te miraba de esa forma…como nadie volvió a mirarte nunca, porque esa fue la última vez que lo viste. Al verano siguiente te encontraste a su amigo, te dijo que Carlos se había caído del rompeolas ese invierno, y tú sigues mirando el océano desde la misma roca de la que el cayó y recordando el que probablemente fue el mejor verano de tu vida.

martes, 28 de febrero de 2012

Lecciones antes de dormir

- Siempre soñé con que las cosas serían maravillosas si yo me esforzaba lo suficiente. No soñaba con una vida fácil, ni con un mundo totalmente feliz. No soñaba con que nada malo sucediera nunca. Las utopías siempre fueron inalcanzables, hasta en mis sueños. Soñaba con tener una noche en la que fuera una princesa, hermosa y libre bajo la luz de la luna. Con un príncipe que me perteneciera durante esas horas felices y que al día siguiente me buscara desesperado. Y a veces, la realidad supera a los sueños. Pero siempre te despiertas.

+ Pero, mamá, tú eres reina, así que antes tuviste que ser una princesa como yo ahora, ¿no?

La reina acomodó las mantas que tapaban a su pequeña princesa, mientras miraba ese pequeño milagro con cara pensativa. La pequeña tenía casi once años, y ya tenía una mirada profunda y penetrante.

- Sí, esa es la teoría. Sin embargo, a veces, las reinas no se casan con príncipes. A veces, se casan con guerreros, y esos guerreros ganan la guerra y consiguen un trono. En mi caso, me casé con un joven fuerte, al que conocía desde que éramos niños, que cuando creció se convirtió en guerrero, y aunque éramos nobles sin más importancia que muchos otros, él era un guerrero que sobresalía entre la multitud. Empezó la guerra y nuestro bando venció, si se puede decir así, y todos los otros nobles lo nombraron rey y por eso, yo soy reina.

+ Mamá, eso no parece justo, ni feliz...

- Lo sé, pero debes recordarlo cariño, el poder hay que mantenerlo y para ello debes protegerte. Debes aprender y no olvidar cómo has llegado a tu actual posición. Debes recordar la historia de los Reinos. Debes proteger a tus hermanos. Y por supuesto, debes ser feliz. Pese a todo.

+ ¿Por qué me lo cuentas ahora?

- Porque yo debo partir, y esta noche es mi despedida, mañana no estaré aquí, aunque espero volver pronto. Debo hacer un recado.

+ ¿Dónde vas mamá?

- A cumplir con mi deber, voy a liberar a tu padre, con la espada, con la magia, con todo aquello que pueda movilizar hasta lograrlo. Voy a traer al Rey de vuelta, para que tú puedas vivir libre algunos años más. Pero mientras, recuerda, tú eres la princesa y ellos son tu pueblo.

+ Sí, madre. Cumple pues con tu deber, y trae a padre a casa. Yo protegeré a mis hermanos y a mi pueblo. Además, tengo a los dragones.

- Sí, lo sé. Cuídalos también a ellos. Buenas noches princesa.

Y con esas palabras la reina dejó a su pequeña, sola en esa enorme habitación. Bajó sigilosamente y mandó terminar de prepararlo todo. Marcharían con las primeras luces del alba, y esos traidores se arrepentirían si habían tocado un solo pelo de la cabeza de su Guerrero. La ira de la Madre de las sombras no es algo que pueda evitarse fácilmente. Primero iría a buscar a sus hermanos y juntos destruirían a los enemigos...

jueves, 5 de enero de 2012

BSO: Peces de Ciudad (Ana Belén)

Regrésamelo todo, dámelo todo que aun estoy viva y sufriendo por aquello que te llevaste contigo,
devuélveme la ilusión y las ganas de soñar,
dame la inocencia que un día sentí y no puedo volver a encontrar,

recuerdas aquellas conversaciones sobre el amor? los versos perdidos y las sonrisas robadas?
recuerdas a peter pan y los niños perdidos? el primer beso? el príncipe adolescente?
recuerdas ser indiana tras el arca? el vaquero cazando indios? el pirata buscando oro y libertad?
recuerdas luchar contra dragones? esos sueños transformados en historias?
recuerdas soñar con ser la sirena que nadaba hasta su castillo en el fondo del mar?

recuerdo....recuerdo....recuerdo todos y cada uno de los sueños de mi inocencia, de mi feliz existencia.
recuerdo el vaso lleno que un día se rompió
y desde entonces, la inocencia se convirtió en eso
en un recuerdo,
porque nunca más logré alcanzarla, nunca más volví a ser la niña que soñaba con ser una sirena, con embarcar en una nave pirata e ir en busca de tesoros,
nunca más soñé con salvar al príncipe que con un solo beso me liberaría de la malvada bruja,
nunca más soñé con el amor verdadero

Regrésamelo todo corazón, cuando sientas que existo,
regresamelo todo y regresa tú con ellos...
----------------------------------------------------------------------------------
¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón