sábado, 10 de marzo de 2012

El rompeolas

Esa tarde tú fuiste con dos amigas a dar una vuelta por el pueblo, era un día de sol pero no os apetecía ir a la playa, demasiada gente fue vuestra excusa. A los pocos minutos de acomodaros en una roca del rompeolas llegaron una pandilla de chavales, serían unos 15, había chicos y chicas, entre los 16 y los 20 tacos, tenían pinta de gamberros, pasaron de vosotras, se acomodaron y empezaron a armar jaleo, y vosotras que habíais ido allí para relajaros!!!de repente algo en el jaleo cambió, un par de tíos empezaron a silbar y se acercaron a vosotras, sin cruzar una palabra os pusisteis de pie al instante, decididas a marcharos sin armar bronca; uno de ellos se puso delante de ti para impedir que te fueras, hiciste el amago de apartarte pero él no se movió, empezaste a asustarte, algunos dirían que sin razón pero a ti te daban mala espina todos ellos, y ese más: alto, moreno, ojos claros…muy mala espina! De repente te habló:

-esto…hola! mi amigo y yo acabamos de perder un juego y como prueba tenemos que invitaros a algo, por eso…salís esta noche?

Estabas sorprendida, realmente nunca creíste que alguien pudiera ser tan tonto y con tan poca imaginación, pero resulta que si los hay.

-salir salimos, pero a poder ser lejos de vosotros.

-tus amigas se empezaron a romper y disteis media vuelta para pirar, una de las rocas debía estar mojada porque resbalaste, pero alguien te agarró en el último momento, unos instantes después seguías ruborizada, y cabizbaja, susurraste “gracias”, él te miró de una forma extraña y te sonrió, después de eso no supiste que hacer así que miraste a tus amigas para que te echaran una mano…y ellas decidieron cogerte por un brazo cada una y salir de allí por patas, muy agradecidas pero sin mirar atrás; algunos dirían de ti que eres una maleducada, incluidas las chicas del grupo, pero en ese momento no estabas capacitada para pensar, ver a ese chico tan de cerca y con esa sonrisa en la cara….dijeran lo que dijeran tus amigas la sonrisa era extraña…

Esa noche salisteis, en plan tranqui porque estabais casi de reenganche, pero habíais decidido pasaros por unos pubs como casi todas las noches ese verano, y aunque no les dijiste nada a ellas tú esperabas encontrarte con el chico que te había…salvado, y por supuesto lo viste, bueno, en realidad su amigo os vio a las tres chicas, y se acercaron a saludaros. Se ve que son insistentes, pero esta vez estabas preparada, te acercaste y le diste dos besos, le agradeciste que te ayudara esa tarde y te presentaste y de paso a tus dos amigas, ellos parecían sorprendidos y también alagados…si es que hay quien no tiene remedio…Carlos, ese era su nombre. Resultó que el chico tenía un año más que tú, y su amigo también, os tirasteis toda la noche los cinco hablando y haciendo el tonto, y aunque si te lo hubieran dicho unas horas antes no lo habrías creído eran unos chavales muy divertidos y su pandilla también…pero tú seguías pensando que ese chico tenía algo raro.

Esa noche, casi al amanecer os despedisteis con un par de besos, un hasta pronto y las tres os fuisteis sin mirar atrás, dejándolos donde estaban con ganas de más; lo que ellos no sabían era que vosotras estabais igual… Un par de días después te lo encontraste cuando ibas a comprar unos CDS, ya era casualidad que os encontrarais en esa tienda…pero así son las cosas, visto de otra forma, de día, parecía menos raro, menos amenazante, pero también mucho más guapo, y por fin encontraste lo que tan extraño te parecía, era el hoyuelo, al sonreír le salía un hoyuelo en la mejilla izquierda… y siempre estaba sonriendo!!Durante toda la tarde estuvisteis por ahí dando una vuelta y hablando, cuanto mas hablabais mejor te caía, y él te miraba de esa forma…como nadie volvió a mirarte nunca, porque esa fue la última vez que lo viste. Al verano siguiente te encontraste a su amigo, te dijo que Carlos se había caído del rompeolas ese invierno, y tú sigues mirando el océano desde la misma roca de la que el cayó y recordando el que probablemente fue el mejor verano de tu vida.