En este mundo cada cual toma sus decisiones y no siempre se acierta. Hay veces en las que un momento de flaqueza, una duda, una indecisión son el principio del fin. Y así fue ese momento.
Un solo suspiro hizo que me precipitara en aquello que siempre evité. Un impulso provocó lo que la inercia no quiso frenar. ¿Y cómo hacer ahora que todo vuelva a ser como antes?
Es dificil pensar el daño que puede hacer una sola decisión a todo un mundo, aunque sea un ínfimo universo como es el mio. Pero por muy pequeño y carente d importancia que les resulte a los demás, para mi y para todos aquellos que viven en él, esa estúpida e impulsiva decisión fue el principio del fin.
¿Que qué fin?
El mio. El suyo. El nuestro.
El fin de todo aquello que llevamos años consiguiendo y luchando por proteger. El fin del equilibrio que tenía nuestra amistad.
Porque esa única decisión y todas las que llegaron detrás nos han desestabilizado, y cuando el aleteo de la mariposa nos alcance entonces todos caeremos por culpa de la honda expansiva.
Todos caeremos, incluida la pequeña mariposa negra.
Si.
Todos.
Incluso yo...
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