lunes, 5 de diciembre de 2011

Akasha, La Cazavampiros II

Hoy no tocaba ir de caza, era mi noche libre y ni siquiera llevaba armas encima, al menos no armas contundentes. Y como siempre tenía que haber alguna sorpresita esperando, si hasta me había arreglado, por amor de Dios! Por lo menos al final no me había dejado convencer y me había puesto unos pantalones. por experiencia os digo que dar patadas con minifalda no eslo más cómodo que hay... ni lo más efectivo en realidad.
La cuestión es que esta vez me estaban esperando y eso me pareció raro, no me había pasado nunca. Y mientras pateaba el culo de los dos primeros vampiros que me encontré el tercero, que esperaba en el fondo del callejón gritó:
- ¡Eh! ¡Cazavampiros! Tengo un mensaje para tí, es de Mi Reina, lo traigo por escrito para...
Y ahí fue cuando llegué hasta él y le clavé la estaca de bolsillo que siempre llevo. No suelo ponerme a dialogar con chupasangres, pero por lo menos me digné a recoger el sobre antes de que se destruyera junto con el mensajero.


- ¿De verdad que tenías que ocuparte de ellos ahora? Ni siquiera una noche libre, cariño, esto no está bien... No es que...
- Lo se, pequeña, lo se, pero es lo que toca, dejarlos ir va en contra de mis principios... De todos modos creo que por hoy ya está bien, si no me equivoco una vez entregado el mensaje no me buscarán más... y yo estaré demasiado ocupada contigo como para buscarlos a ellos. ¿Te parece bien?
- Por supuesto, vámonos a cenar, que verte haciendo tanto ejercicio me ha abierto el apetito.
Sus carcajadas sonaron rompiendo la tranquilidad momentánea de la noche...

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