sábado, 25 de octubre de 2014

Despertares...

Anoche me desperté sudorosa y fría. No recuerdo cuál fue el sueño. Pero sí recuerdo la soledad que sentía. Era como un vacío en mi pecho, que irónicamente pesaba como un plomo. Costaba respirar. Era como si hubieran arrancado un pedazo de mí sin previo aviso.
Y entonces recordé. Recordé que te habías ido para no volver. Recordé lo sucedido los últimos meses. Un día me desperté y no estabas a mi lado, porque simplemente no habías podido aguantar más. No pudiste seguir luchando y te fuiste.
Necesité unos minutos de respiraciones profundas para poder estabilizarme. Para hacer que mi mundo volviera a su posición de estabilidad. Una vez conseguido eso me levanté y fui a ver a nuestra pequeña. Porque tú te habías ido, es cierto. Pero gracias a los dioses aún la tenía a ella para hacer el dolor más silencioso.
Gracias por ese regalo. Gracias por el tiempo que pasamos juntos. Espero que fueras feliz durante el tiempo que estuviste conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario