lunes, 4 de mayo de 2015

Silencio

Bajo la lluvia, caminando sin mirar atrás. Escuchando el atronador silencio que salía de los auriculares. Cada paso era un chapoteo con el que borraba el reflejo de las nubes tormentosas. Las gotas de agua bajaban por su espalda pero ella apenas las notaba. No era consciente del ruido a su alrededor, apenas veía a la gente que se cruzaba. Solo el silencio y el vacío. Ese inmenso y ensordecedor silencio. No se escuchaba ni siquiera a si misma. Nada.
"Mierda! Se me paró el mp3 otra vez"
Sí. El silencio no era un metáfora. Realmente tenía unos auriculares que la aislaban del exterior y de los que no salía una nota de música. Y es que estaba tan concentrada en su desgraciada vida que ni siquiera se había dado cuenta. Igual que no había notado lo mucho que había aumentado la intensidad de la lluvia.
"Uy, bien por mí. Lo que llueve y yo en medio del monte... en fin... "
Como ya no tenía remedio y estaba a más de media hora de su casa decidió disfrutar de la lluvia y del río. Volvió a encender la música y al ritmo de David Bowie levantó la cara y disfrutó de la mojadura. Con los brazos extendidos giró sobre si misma, rodeada de casas en ruinas, malas hierbas y un río con exceso de coliformes.
"Si existe Dios... está en la lluvia".
Sonó un trueno, e incluso por encima de las dudas del Sr Bowie acerca de la posible existencia de vida en Marte, se dio cuenta de que ese momento de paz y soledad bajo la lluvia había terminado. Más le valía salir por patas. Sin correr, despacio y buena letra, recorrió el escurridizo camino que tantas veces había repetido. Siguiendo las orillas del río hasta llegar a casa. Sola y en silencio, tal y como había salido. Es verdad que en ese paseo no encontró lo que buscaba, pero consiguió estar tranquila consigo misma, algo que casi ni recordaba...

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