miércoles, 8 de abril de 2015

La última carta que te escribo

En realidad no creo que sea la última. Solo es la última que vas a recibir. Tú decides si la lees o no. Te la escribo aquí, directamente a ti, para dejar las cosas claras. Para sentirme mejor conmigo misma. La sinceridad es mi nuevo mantra (¿nuevo?). Si decides seguir leyendo es tu decisión. Y si al leer el primer punto sientes algo, no te quedas totalmente indiferente te informo desde ya que algo estás haciendo mal con tu vida. Claro que podría estar hablando el despecho.

La idea de este mensaje es dejar las cosas claras, voy a mostrarte los hechos, las certezas. Y a ver si así rompo la página, ya que no soy capaz de pasarla. Vamos allá:

1. Te quiero. Y te echo de menos. Tenlo claro. Aunque nunca haya sido suficiente, por lo visto.
2. Tengo una enfermiza necesidad de tenerte en mi vida, pero por lo visto no puedo soportarlo.
3. Tú no tienes esa misma necesidad, ni esos sentimientos. Tienes a alguien que ocupa mi lugar. Y si no lo ocupa, tienes un problema, te lo repito: si ese es el caso entonces algo estás haciendo mal.
4. Quiero llamarte y hablar contigo. Sigo esperando un mensaje tuyo que diga: háblame otra vez, quiero verte.
5 Tú no esperas un mensaje mío. Y si lo haces, si esto no es un hecho... qué estás haciendo con tu vida?
6. Cada vez que salgo a la calle, vaya a donde vaya, espero verte entre la gente. Espero cruzarme contigo. Ver qué pasará. Y tengo miedo de verte (punzadas en el pecho incluidas)... porque... qué pasará?
7. Cada vez que pienso que hablas con tu novia día a día y no conmigo. Cada vez que pienso que quieres hablar con ella. Cada vez que pienso que ella te consuela se me revuelve el estómago y me cuesta respirar. Odio saber que no volveré a ser la persona que te sujete al dormir. Pero nunca volveré a serlo.
8. No somos amigos. Hace mucho que no somos amigos. Supongo que desde la primera vez que me metí en tu cama. No volveremos a serlo, desgraciadamente. Me muero por volver a ser tu amiga.

Y no se me ocurren más hechos indiscutibles. La conclusión de esto: la vida es una mierda. Me siento taaaaaan adolescente. En fin. Seguiré aquí, sea como sea.

Y nada más.
Si me necesitas, silva. Seguiré esperando oír un silbido entre el viento...

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